Un estudio de
la Universidad de Zúrich ha analizado los mecanismos sociales que contribuyen a
la brecha de género en la confianza en las matemáticas. Mientras que las
comparaciones con los compañeros parecen desempeñar un papel crucial para los
chicos, las evaluaciones subjetivas de las chicas tienen más probabilidades de
basarse en el rendimiento objetivo.
Las investigaciones han demostrado que, en las sociedades occidentales, la alumna media de secundaria tiene menos confianza en sus capacidades matemáticas que el chico medio de la misma edad. Al mismo tiempo, no se han encontrado diferencias significativas entre el rendimiento de las niñas y los niños en matemáticas. Este fenómeno se suele atribuir a que las niñas no tienen la suficiente confianza en sus capacidades o a que los niños pueden tener un exceso de confianza.
Esta brecha de confianza en las matemáticas tiene consecuencias de largo alcance: la competencia autopercibida influye en las decisiones educativas y ocupacionales, y los jóvenes eligen carreras y materias universitarias para las que creen que tienen talento. Como resultado, las mujeres están subrepresentadas en las materias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) a nivel universitario y en las carreras STEM bien remuneradas.
Los procesos
entre pares brindan perspectivas matizadas sobre las distintas autopercepciones
Un estudio de la Universidad de Zúrich (UZH) se centra en un aspecto hasta ahora descuidado de la brecha de confianza en las matemáticas: el papel de las relaciones entre iguales. "Sobre todo en la adolescencia, los iguales son la principal referencia social para el desarrollo individual. Los procesos de interacción entre iguales que funcionan a través de redes de amistad determinan una amplia gama de resultados individuales", afirma la autora principal del estudio, Isabel Raabe, del Departamento de Sociología de la UZH. El estudio analizó datos de 8.812 personas en 358 aulas en un análisis longitudinal de redes sociales.
Como era de esperar, el principal predictor de la confianza en las matemáticas son las calificaciones individuales. Mientras que las niñas tradujeron sus calificaciones (más o menos directamente) en una autoevaluación, los niños con calificaciones por debajo de la media creían, no obstante, que eran buenos en matemáticas.
Los niños tienden a ser demasiado confiados y sensibles a los procesos sociales.
"En general, los chicos parecen ser más sensibles a los procesos sociales en su autopercepción: se comparan más con los demás para validarse y luego ajustan su confianza en consecuencia", explica Raabe. "Cuando se les examinó con las autoevaluaciones de las chicas en amistades con compañeros de sexo opuesto, su confianza en las matemáticas tendía a ser menor". La autoevaluación de los compañeros fue menos relevante para la confianza en las matemáticas de las chicas. Su evaluación subjetiva parecía estar más impulsada por el desempeño objetivo.
Los estereotipos de género no parecieron tener consecuencias sociales negativas ni para los niños ni para las niñas. "Descubrimos que la confianza en las matemáticas suele estar asociada a una mejor integración social, tanto en amistades del mismo sexo como entre personas del mismo sexo", dijo Raabe. Por lo tanto, no hubo evidencia de que las normas de pares perjudiciales presionaran a las niñas para que subestimaran sus habilidades matemáticas.
Los resultados del estudio sugieren que las habilidades matemáticas son más importantes para los niños, quienes ajustan su autoevaluación en los procesos con sus pares, mientras que la confianza en las matemáticas no parece ser socialmente relevante para las niñas.
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